Sortear dificultades
Lingüística

Los obstáculos del japonés: los aspectos que presentan mayores desafíos para los hispanohablantes

Hace unos días, un amigo me comentaba que el ruso presenta un complejo sistema de declinaciones, lo que me llevó a pensar en cuáles serían las dificultades del japonés. No me costó mucho encontrar varias, aunque mi yo lingüista tiende a verlas como dificultades relativas más que nada supeditadas a la lengua con la que lo queramos comparar. Entonces, se me ocurrió escribir este post, con la intención de que sea una serie, sobre esos aspectos del japonés que nos parecen difíciles a los hablantes de español…y de otros idiomas también, en general. Para que estamos con cosas.

Así, de pronto, sin pensar mucho y sin un orden específico, se me ocurren:

  1. El sistema de escritura, que combina 4 repertorios de caracteres: 2 sistemas silábicos, 1 sistema ideográfico más el alfabeto latino.
  2. El complejo lenguaje de cortesía (keigo) y sus subdivisiones.
  3. La abundancia de onomatopeyas, tanto para sonidos y ruidos, como para estados abstractos o emotivos.
  4. La gran cantidad de homófonos, osea, palabras que suenan igual pero se escriben distinto y, obviamente, tienen significados distintos.
  5. Los contadores, una categoría de palabras inexistente en español que se usa para contar objetos y que varía según el tipo de objeto. De ellos hablé antes aquí y aquí.
  6. En cuanto a su fonética, que suele considerarse más bien sencilla para hispanohablantes, no deja de presentar algunos desafíos. Entre ellos, la distinción entre vocales largas y cortas, el acento tonal y la presencia de algunos fonemas inexistentes en castellano.
  7. Los modismos y proverbios.
  8. El más que abundante vocabulario (el que se crea eso de que “el español es la lengua más rica” es porque no ha tenido contacto real con otras lenguas).

Ahora bien, la mayoría de estas características no es necesariamente exclusiva del japonés. Quizás la 1) sí, pero en cuanto a las demás, es muy probable que podamos encontrarlas en otras lenguas menos conocidas para nosotros. Para qué decir de la 7), que me atrevería a afirmar que es universal. En su caso, la dificultad está dada por las diferencias culturales. Por otro lado, como veremos, algunas de ellas quizás tengan una versión similar también en español, pero no nos damos cuenta porque las usamos de forma natural. Por ejemplo, en español también tenemos cierto tipo de keigo, aunque no tan estandarizado como el japonés, e incluso, ciertas palabras que podrían asimilarse a los contadores. Más detalles en el próximo artículo.

🤞 Síganme los buenos!

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