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La IA, esa que todo lo sabe y lo que no, lo inventa.
En este texto, el autor reflexiona sobre el uso de la inteligencia artificial (IA) en la traducción. Reconoce que la tecnología puede facilitar el trabajo, pero advierte sobre los peligros de depender exclusivamente de ella. Aunque la IA puede proporcionar información y ayudar en la búsqueda de términos, no siempre comprende los matices y contextos necesarios para una traducción precisa. El autor destaca la importancia de la presencia humana en el proceso de traducción y advierte sobre el riesgo de acostumbrarse tanto a la IA que no se pueda traducir sin ella. Aunque reconoce los beneficios de la IA, también señala sus limitaciones y la necesidad de mantener un equilibrio…
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La traducción y la IA: ¿dónde estamos?
Las IA han avanzado mucho en los últimos años, y su uso en la traducción está cada vez más extendido. Sin embargo, todavía existen limitaciones que impiden que las IA puedan sustituir a los traductores humanos.